Los peligros de la mentalidad de dieta

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Hemos normalizado el pasar hambre, el sentir culpa por comer y el pensar que la delgadez es sinónimo de salud. Hemos normalizado que está bien prohibir ciertos alimentos y que hacerlo es tener fuerza de voluntad. Hemos normalizado que tras un día o fin de semana de excesos, hay que restringirse o exigirse más para compensar.

Pero deberías saber que el hambre, sea física o emocional, está para saciarse. Ser saludable a veces no tiene que ver tanto con cómo te ves, sino con cómo te sientes porque tu salud mental y emocional es igual de importante que tu salud física. En consecuencia, tienes permiso a comer de todo y lo único que deberías restringirte es lo que no te gusta, no te sienta bien o no te apetece. Y, por supuesto, mereces comer aunque no hayas hecho ejercicio.

Lo que ocurre cuando la mentalidad de dieta y restricción controla tu alimentación, es que cada vez sientes más culpa y remordimientos, le tienes miedo a comer cosas más calóricas o menos saludables, sientes antojos que pueden terminar en atracones y lo peor de todo, es que desconectas por completo de tus señales internas de hambre y saciedad.

Por eso quiero recordarte que conectes más con lo que tu cuerpo te dice, que sacies tu hambre, que te escuches y te prioritizes. Que te pongas a ti primero, que cuides de ti y respetes tus deseos. Que seas más consciente de lo que le das a tu cuerpo y de cómo éste te responde. 

No estás aquí para vivir tu vida a medias, con miedos y culpas, con dudas e inseguridades. Estás aquí para disfrutar de cada instante, para llevar una alimentación que te hace brillar de adentro hacia afuera, para estar segura de lo que quieres y de que quieres lo mejor para ti, y que no vas a conformarte con menos. 

Foto principal: Tumisu en Pixabay

Publicado el: 15 de Agosto de 2022.

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